¿Leerás este post hasta el final?

Espero que sí, pero la verdad es que vivimos en un mundo abarrotado de estímulos en el que el tiempo es un bien escaso. Toda esta saturación está afectando a nuestra capacidad de concentrarnos sin distracciones.

Leo con interés un estudio realizado por el Lloyds Bank cuya conclusión es que la capacidad de concentración humana ha caído hasta los 5 minutos en 2014  (¡cuando era de 12 en 2004!).

Pensando en nuestra industria, resulta atractivo que desarrollemos lo que podríamos llamar micro metodologías, esto son, tomas de datos en las que obtengamos la información de los consumidores de forma ágil y rápida, respetando su día a día.

Una encuesta de 1-2 minutos es especialmente apta para contestarse a través del smartphone, en tiempo real, en el momento de la verdad: tras ver un anuncio en TV, ante el lineal de un supermercado, cuando se abandona el carrito de la compra en un e-commerce...

Una encuesta corta no reemplazará nunca un estudio en profundidad, pero puede ser un complemento para enriquecerlo y, a la vez, representa una forma de adaptarnos a los horarios de nuestros encuestados. Una experiencia de participación agradable y conveniente nos garantiza la obtención de unas respuestas más genuinas.

Por último, conviene tener presente que los datos recogidos siempre los podremos cruzar con toda información de perfil disponible de los panelistas.

Si todavía no lo has hecho, te animo a incorporar a tu arsenal de investigación las Insta encuestas. Ah, y gracias por haber llegado hasta el final ;-)

 

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