Todo vale en el amor y… en el ajedrez? (Parte II)

Leer Parte I

Simon: En “How life imitates chess”, habla acerca del equilibrio entre lo material, el tiempo y la calidad. A menudo, en investigación de mercados, esto vuelve a nosotros en forma de necesidad por conseguir proyectos más baratos, más rápidos y mejores, sin ningún equilibrio entre todos estos factores. ¿Cómo nos aconsejaría lidiar con ello?

Garry: En primera instancia, parece que comparemos manzanas, naranjas y melones. Pero mi experiencia en la toma de decisiones en ajedrez se basa en confiar en la intuición – por ejemplo, no puedes predecir qué resultará de situar un peón frente a una fila de peones o figuras con más valor frente a una estructura de peones bien configurada. Algunos de los factores son a corto plazo, otros a largo plazo y tú debes poder asegurar en el momento en el que sucede la acción, que tu evaluación es mejor que la de tu oponente. Creo que cualquier decisión que hacemos en la vida está basada en el equilibrio de estos factores.

chess

Simon: Creo que, en nuestro negocio, la gente no se da cuenta de que existe un equilibrio. En el libro habla de la apertura del juego, del medio juego  y del final[1]. Si el lanzamiento de un producto se situara hipotéticamente a la mitad de la partida – y el 80% del lanzamiento del producto falla – ¿cree que esto se debe a una mala apertura del juego o a un medio juego pobre?

Garry: La apertura es lo primero. Si tienes una mala apertura en el ajedrez profesional – o en el negocio – las oportunidades de supervivencia son escasas. Empiezas con la apertura y después va desarrollo del juego y finalmente el desenlace. Si tienes un buen plan para el final del juego, no importa que te saltes la apertura o el medio juego. Idealmente, tú juegas todas las etapas del juego perfectamente, una a una. Pero las cosas pueden cambiar mientras haces un movimiento o cuando tu oponente hace movimientos, aunque sí es cierto que una apertura o lanzamiento pobre o una mala percepción del público suponen el final de un producto.

Simon: Esto nos devuelve a nuestra conversación inicial sobre hacer la pregunta “Por qué”.

Garry: Absolutamente. Si algo va mal en la fase de apertura del juego, es fácil entender que estamos en crisis y que necesitamos actuar. No a todo se le puede llamar fracaso. Sin embargo cuando todo ha ido relativamente bien, aunque no tan bien como uno esperaba, resulta más difícil – es un terreno pantanoso, porque no sabes lo que es bueno o malo. Aquí es donde entra en juego la intuición: entender exactamente lo que fue mal, qué debemos conservar, qué recortar y cómo debemos seguir adelante. En la mayoría de casos, ya sea en el ajedrez, en los negocios o en la política, mientras estás metido en el proceso puedes ver si algo no va del todo bien. Al mismo tiempo, necesitas evaluar cuál es tu posición de una manera fidedigna y desarrollar una estrategia para la etapa siguiente – ahí es donde puedes marcar la diferencia.

Simon: Me imagino que este pensamiento está influenciado por lo que ha estado haciendo en política. Una de las cosas que escribió es que hay una distinción entre una anomalía y un movimiento, y que esto no es posible comprenderlo con encuestas y datos. ¿Qué más necesitamos y cómo deberíamos abordar esta situación? ¿Se trata de intuición otra vez?

Garry: Sí, definitivamente. Ahora tenemos una gran cantidad de datos disponibles y tenemos bastantes instituciones que se están especializando en el procesamiento de datos, analizándolos e intentando dar con las recomendaciones perfectas sobre cómo evaluar qué quiere el público. Pero pienso que lo que nosotros subestimamos es que la opinión pública no se crea de la nada. Las personas se forman sus opiniones, no porque pasen tiempo analizando los detalles y buscando los datos, sino porque siguen un programa determinado en la televisión o un periódico concreto. Esta “mente pública” está compuesta por políticos, por los medios de comunicación y, a veces, también por las grandes corporaciones. Porque la gente a menudo busca la salida más fácil. En general, cuando la población ve algo ficticio pero que les hace sentir cómodos, lo aceptan sin más. Si suena bien o si queda bien, entonces está bien. No tienen tiempo analizar en profundidad los números, las declaraciones o las políticas. Se crea, por lo tanto, una capa detrás de otra en cuanto a este tipo de evaluaciones poco profundas que, muy a menudo, nos alejan del problema más que ayudarnos a solucionarlo.

Simon: Finalmente, si se siente cómodo debatiendo esto, ¿cuáles son sus sentimiento acerca del futuro de Rusia?

Garry: Diría que tengo mucha confianza en un futuro a largo plazo, aunque ahora el país esté en una grave crisis. Existe una gran insatisfacción de la clase media – y ahora muchos se dan cuenta de que existen grandes carencias económicas. Se ha gastado mucho dinero, que sólo ha aumentado la riqueza de los más ricos, mientras que ha hecho que la economía rusa – incluso con los altos precios del petróleo-  se haya ido estancando. Durante muchos meses, la economía rusa no ha mostrado ningún signo de mejora y cualquier reestructuración a nivel mundial tendría un tremendo impacto negativo.

Simon: Gracias Garry. Espero verte en Estambul. RW

 


[1] Nomenclatura propia del juego de ajedrez.

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