Al contrario somos más sinceros. Un individuo que vea garantizada su privacidad y anonimato y que no se le contacta para otro fin que el de hacerle una encuesta, puede proporcionar información más fidedigna y verídica que mediante otros canales como por ejemplo el telefónico. La encuesta autoadministrada tiene esta ventaja sobre todo en preguntas comprometidas dado que no existe el sesgo del entrevistador.
En el estudio comparativo online-offline realizado por TNS y presentado en el monográfico de ADEMO sobre investigación online de Junio de 2006 ya arrojaba conclusiones en este sentido. Por ejemplo a la pregunta, "cuál de los siguientes productos poseen en su hogar"? las respuestas entre la encuesta telefónica y la online eran exactas (la línea continua y la de tramos).
En cambio para la pregunta “¿con qué frecuencia suele cepillarse los dientes?” los resultados fueron muy dispares siendo la frecuencia de cepillado obtenida online sensiblemente inferior que la obtenida offline.