La duración del campo y la representatividad

Me gustaría compartir con vosotros un interesante efecto que he observado en los últimos meses. Para ello, remontémonos al Internet de 2005 (sí, en términos tecnológicos nos parece el paleolítico): un Internet más lento, menos social, menos ubicuo, con una menor penetración y, por lo tanto, con una menor diversidad de perfiles socio-demográficos.

Para seguir con mi argumento, tomaré una medida muy simple: el porcentaje de personas que contestan a una encuesta online durante el fin de semana. Hace unos años (2005-2006), el número de personas que contestaban a un estudio online durante el fin de semana era prácticamente irrelevante, con lo que lo más razonable y eficaz era concentrar el trabajo de campo durante los 5 días laborables, en los que los respondientes accedían a su correo principalmente desde el puesto de trabajo, desde su casa, la universidad, las bibliotecas, o los cibercafés, en una franja temporal muy determinada.

En los últimos dos años, hemos vivido el aumento de la penetración de Internet, la irrupción del Internet móvil, y el auge del Internet social. En definitiva, el tiempo que estamos conectados ha aumentado: nos conectamos desde muy distintos lugares mediante dispositivos móviles, y la dimensión social de nuestras vidas también ha encontrado un reflejo en los usos y actitudes cotidianas que desarrollamos en la red.

Como ejercicio, he tomado el promedio ponderado de unas 15-20 encuestas anuales realizadas a nuestros panelistas, y que tuvieran unas características comparables entre sí: tamaño de la muestra superior a las 400 entrevistas, inicio del trabajo de campo en un martes-miércoles, y no hubiera recordatorios o refuerzos de muestra posteriores al primer lanzamiento. El resultado que observamos, es que el porcentaje de respuestas recibido durante el fin de semana en una encuesta tipo se ha multiplicado por cinco entre 2006 y 2010:

Tabla

Como hemos podido comprobar en las III Jornadas Netquest en Barcelona y Madrid, la rapidez en la realización del trabajo de campo sigue siendo una de las ventajas que, merecidamente, se atribuye a la metodología on-line. Siendo esto cierto, cabe preguntarnos ¿cuánto tiempo debemos dejar accesible nuestro estudio, de modo que la muestra recogida sea lo más representativa posible y obtengamos un porcentaje significativo de entrevistas diarias? Los que hemos gestionado estudios online, sabemos que muchas veces se recibe la presión por cerrar los estudios en un máximo de 2-3 días. A la luz de los datos arriba expuestos, parece razonable realizar el trabajo de campo en unos 7-10 días, incluyendo al menos un fin de semana, de modo que aumente la probabilidad de que accedan a nuestra encuesta perfiles que hace unos años no hubiéramos conseguido (adolescentes, gente mayor, clases bajas…), añadiendo una mayor riqueza y representatividad a nuestra muestra.

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