¿Puede terminar el smartphone con la brecha digital?

Nos gustaría creer que sí. Pero más allá del optimismo, os queremos compartir las razones por las que pensamos que puede ser así.

En los últimos años hemos vivido la enorme popularización de Internet, basada en la difusión del PC y la banda ancha. Sin embargo, han sido muchas las personas excluidas del acceso a la red, dando lugar al fenómeno conocido como brecha digital.

Para las empresas de campo de Iberoamérica, acceder y comunicarnos con las personas de un nivel socio-económico más bajo ha representado un reto colosal. En ocasiones se trata de personas que viven en barrios alejados de los centros urbanos.  O en entornos que representan un riesgo para el equipo de investigación. O cuyo nivel de alfabetización les impide rellenar una encuesta con un formato excesivamente sofisticado. Y, en el caso de la investigación online, suelen ser familias sin un ordenador personal ni acceso permanente a la red.

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No obstante, hoy en día, estas personas casi con toda seguridad tienen un teléfono móvil. Y lo utilizan con destreza. Para ellas, el teléfono no es un bien de lujo, sino una herramienta de comunicación con sus vecinos, un medio de pago, un instrumento para gestionar su salud, o una eficaz herramienta educativa. El teléfono móvil (en su mayoría smartphone) es el principal medio de conexión con su entorno.

Con tan solo 5 años de vida, los smartphones están teniendo una tasa de adopción espectacular. Se estima que en el mundo ya hay más smartphones que PCs: unos 1.400 millones de unidades a finales de 2013. Y la previsión es que la velocidad de conexión seguirá subiendo y los precios de los teléfonos bajando.

La industria de investigación de mercados ha estado atenta a este fenómeno. La recolección de datos a través del smartphone ya nos está permitiendo realizar diarios personales, geolocalizar a los entrevistados, video-entrevistarles , recibir fotografías de sus productos favoritos… logrando que la experiencia de participar  en un estudio sea mucho más atractiva que la basada en la web.

En el caso de las clases bajas, la tecnología móvil conlleva 2 ventajas añadidas:

  • Por un lado, nos facilita el acceso y el contacto regular con estas personas a un coste razonable.
  • Y, en segundo lugar, nos permite utilizar en las encuestas símbolos gráficos de comprensión universal que pueden ser seleccionados intuitivamente de forma táctil.

En definitiva, pensamos que el móvil es una herramienta espléndida que nos debe permitir llegar a más personas y, por lo tanto,  mejorar nuestra capacidad científica de realizar encuestas representativas.

No solo esto, sino que identificar y entender las necesidades de estas personas puede ser una poderosa fuente de innovación local, logrando construir entre todos una sociedad más inclusiva.

Más información sobre este tema:

The mobile advantage in illiterate or limited literacy populations >>

http://www.greenbookblog.org/2014/01/20/the-mobile-advantage-in-illiterate-or-limited-literacy-populations/

The Fortune at the Bottom of the Pyramid >>

http://www.stuartlhart.com/sites/stuartlhart.com/files/Prahalad_Hart_2001_SB.pdf

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