Con frecuencia, los responsables de diseñar una investigación cuantitativa, llevados por un loable afán de precisión, terminan escribiendo encuestas con un lenguaje tan impersonal que a los entrevistados les cuesta entenderlas. Como consecuencia de ésta y otras prácticas, lograr la cooperación de las personas se ha vuelto cada día una tarea más ardua.
Para reparar esta situación, hoy, día de San Valentín, queremos compartir contigo estos 10 consejos para enamorar a tus entrevistados ;-)
Consejo 1. Cuéntame un cuento
Diseña tu cuestionario como si de una narración se tratara, es decir: con una introducción, un nudo y un desenlace. Una encuesta sin una secuencia lógica y un contexto que la cobije, puede llevar a la persona a perder el hilo y responder de forma incoherente.
Consejo 2. Escribe textos con ritmo y personalidad
Tus escritos son la carta de presentación ante tu audiencia. Sé claro y conciso. Si puedes eliminar una palabra ¡elimínala! Evita la jerga y los tecnicismos. Emplea un lenguaje inclusivo, recuerda que las encuestas suelen ser para todos los públicos. Y, en caso de duda, utiliza un tono coloquial.
Consejo 3. La felicidad equivale a la realidad menos las expectativas
Seguro que lo has vivido: tu satisfacción es positiva cuando la realidad supera las expectativas que tenías sobre ella. En cambio, tu satisfacción es negativa si la realidad es inferior a ellas. En este sentido, en los cuestionarios potencialmente comprometedores (sobre asuntos íntimos, ideológicos, etc.), conviene avisar a priori al encuestado del contenido al que le expondremos. Así evitaremos que se ofenda o sorprenda cuando lo lea.
Consejo 4. Evita los callejones sin salida
Revisa siempre que las categorías de respuesta de una pregunta sean exhaustivas (por ejemplo añadiendo una opción “otros”). De lo contrario, el respondiente podría verse obligado a darnos una respuesta falsa para avanzar.
Consejo 5. No seas aburrido
Evita las baterías de preguntas largas, son las que mayor probabilidad tienen de que el encuestado se canse y seleccione cualquier opción para avanzar. Divide estas preguntas en varias páginas, para hacerlas más llevaderas y visualmente abarcables.
Consejo 6. Mantén el secreto
La confianza es la base de toda relación. Es clave que nuestros entrevistados tengan la seguridad de que sus opiniones son anónimas y sólo se utilizarán con fines estadísticos.
Consejo 7. “Por favor, NO desconecten sus teléfonos móviles durante la encuesta”
Se calcula que un 25% de accesos a las encuestas online ya se produce desde dispositivos móviles (¡estén o no adaptadas a ellos!). En este sentido, asegúrate de que la encuesta se ve correctamente desde cualquier dispositivo. Y, si no se ve, informa previamente al encuestado y ofrécele una alternativa.
Consejo 8. Pon a prueba tu cuestionario
Sobra decirlo pero, para vivir una experiencia agradable, una encuesta debe funcionar correctamente. Una vez programada, navega por ella y asegúrate de que no tiene errores y el contenido es coherente. Mi truco para testear es ponerme en la piel de encuestados ficticios: primero respondo como un adolescente que vive en un pueblo pequeño, después como una ejecutiva que tiene tres hijos...y así sucesivamente.
Consejo 9. Escucha, escucha, escucha
Internet no es un monólogo, es un diálogo. Sé un buen oyente y escucha atentamente a tu audiencia. Una forma fácil de hacerlo es incluir en tu encuesta unas preguntas finales de valoración sobre todos los temas que creas que influyen en la satisfacción de un entrevistado.
Consejo 10. ¡Ayuda!
Más allá de la ayudas virtuales, es esencial dedicar un equipo humano al que poder recurrir en el caso de tener un problema. Para ello, es importante que se trate de un equipo experto, rápido, que cubra el horario de conexión de los entrevistados y que se apoye en un software profesional para hacerlo.
La conclusión a la que llegamos es que generaremos más valor si diseñamos nuestros proyectos comprendiendo que los encuestados son personas. Mejor aún: si consideramos que son nuestros consultores aliados. Recordemos más a menudo que son ellos quienes nos están haciendo un favor (y no al revés). Si cultivamos esta sensibilidad, estaremos creando un vínculo de auténtico valor con la sociedad e inauguraremos una nueva etapa llena de oportunidades.