Ese es el título de un libro de Steve Krug en el que nos enseña cómo hacer websites intuitivos para los visitantes. El principio está claro: "Diseñador, ¿por qué no pierdes tú 2 horas más pensando ese menú de tu página web para que sea más simple, en lugar de hacer perder 10 segundos a cada persona que visita tu web haciéndole pensar cómo usarlo".
Este principio vale para las encuestas. En Netquest, desde hace un par de meses, cuando finaliza una encuesta preguntamos al panelista en una escala de 1 a 5 cómo de 'pesada' le ha resultado. Inconscientemente asociamos 'pesadez' a 'duración', pero si analizamos todas las respuestas obtenidas en el Panel Netquest durante un mes y obtenemos la relación 'insatisfacción vs tiempo de la encuesta', obtenemos el siguiente resultado.
Sorprendentemente, la gente se cansa más de hacer encuestas cortas (menos de 8 minutos) que de hacer encuestas de duración media (10-20 minutos). Pensando un poco sobre el resultado, podemos añadir algunos datos. En Netquest incentivamos TODAS las encuestas realizadas, aunque la encuesta de la persona sea filtrada (no corresponde al target buscado) o descartada por cuotas (ya se disponen de suficientes respuestas de personas de su edad, sexo, población...). Estas encuestas inválidas son siempre las más cortas: 4 o 5 preguntas, mayoritariamente de tipo sociodemográfico.
Mirando los datos resulta que estas encuestas son las peor valoradas, pese a ser muy rápidas y estar remuneradas. Otro dato interesante: la gráfica, pese a mostrar una tendencia, tiene forma ondulada. Es decir, hay estudios de duración similar que satisfacen de forma muy diferente a los participantes. Parece que los panelistas valoran otras cosas de las encuestas además de su duración: que no sean repetitivas, que toquen temas interesantes, que sean atractivas de diseño... existen muchas posibilidades que estudiaremos. Nuestra obligación como empresa es lograr la máxima satisfacción de nuestro cliente - el investigador - pero también de nuestros colaboradores - panelistas - bajo la premisa de que si logramos que responder a una encuesta sea una experiencia agradable, deberíamos mejorar la calidad de la información obtenida. Como proveedores de campo online no vamos a poder escoger los temas de los estudios que enviamos a nuestro panel, pero podemos aconsejar a nuestros clientes sobre la mejor forma de diseñar cuestionarios online para facilitar la respuesta.
