La nueva generación de respondientes

Pongámonos en situación: decimos a un niño que se siente durante 25 minutos a contestar una encuesta en el ordenador de su madre. La encuesta está llena de preguntas a responder, complejas y aburridas. Además el  pequeño no va a recibir nada a cambio de su tiempo: es su madre quien obtendrá una participación en un sorteo por sus respuestas.

Si nos paramos a pensar por unos instantes, nos damos cuenta de que el caso tiene mucho de real. Si ya es difícil hacer que un niño realice tareas básicas del hogar como recoger su habitación o sus juguetes, no podemos esperar que los más jóvenes estén dispuestos a contestar pacientemente una encuesta diseñada para adultos.

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Y es que si analizamos a fondo el caso, observamos un error de base: le pedimos al niño que complete el cuestionario en un PC, cuando las nuevas generaciones son una de las audiencias más orientadas a los dispositivos móviles. De hecho, un estudio reciente centrado en niños de edades comprendidas entre los 6 y los 17 años revela que menos de la mitad de las encuestas son adecuadas para los más jóvenes (deberían de ser  mobile-friendly y su duración inferior a 15 minutos).

Debemos tener en cuenta que una mala experiencia como panelista a estas edades puede marcar a un potencial respondiente para siempre, por lo que tanto diseñadores de encuestas, agencias de investigación de mercados y clientes deberían potenciar las encuestas más cortas así como su adaptabilidad en dispositivos móviles cuando se dirijan a niños y adolescentes.

A continuación, enumeramos una serie de consejos o best practices para acercarnos a las audiencias más jóvenes eficazmente:

  • Tiempo: es el factor crítico. Apuesta siempre por las encuestas de corta duración: si el respondiente es un niño nunca deberían sobrepasar los 15 minutos como máximo.
  • Engagement: la clave es captar la atención de nuestro nuevo público. Para ello, la experiencia debe ser divertida, atractiva y mostrar un amplio rango de actividades diferentes, evitando la monotonía.

 

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  • Sé móvil: para adaptarnos a los nuevos tiempos, tenemos que ser mobile. Además, son los más jóvenes quienes más dependen de esta tecnología, por ello, debemos de dar la opción de contestar el cuestionario debidamente adaptado desde diferentes dispositivos.
  • Simplifica: nuestra audiencia espera escalas más sencillas, imágenes y diseños más atractivos así como preguntas más interesantes con las cuales se sientan identificados.

De todas formas, no todo es diseño y adaptabilidad: en lugar de forzar a un niño a completar una encuesta, el escenario ideal sería permitir responder a ellos mismos desde sus propios dispositivos (smartphones, tablets etc) y sobre todo, dejar que ellos elijan hacerlo. Con ello se consigue una experiencia mucho más relevante y real para el encuestado, aquella que se desarrolla naturalmente y no es resultado de la motivación externa de un adulto en su propio interés.

Así, el esfuerzo de acercarse a la nueva generación de potenciales panelistas de forma flexible y orientándonos a sus demandas  se debería traducir en datos de mayor calidad y fiabilidad para el investigador.

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